domingo, 16 de marzo de 2014

A un gato



      No son más silenciosos los espejos
      Ni más furtiva el alba aventurera;
      Eres, bajo la luna, esa pantera
      Que nos es dado divisar de lejos.
      Por obra indescifrable de un decreto
      Divino, te buscamos vanamente;
      Más remoto que el Ganges y el poniente,
      Tuya es la soledad, tuyo el secreto.
      Tu lomo condesciende a la morosa
      Caricia de mi mano.
      Has admitido,
      Desde esa eternidad que ya es olvido,
      El amor de la mano recelosa.
      En otro tiempo estás.
      Eres el dueño
      De un ámbito cerrado como un sueño


      Jorge Luis Borges