miércoles, 30 de marzo de 2016

AGUA CLARA


Agua clara trae el río,
va corriendo entre las piedras,
con su paso hace ruido,
poniendo el alma serena.

No tuerzas nunca su cauce,
déjala que corra libre,
ella sabe donde va,
aunque nadie se lo dice

La luna se mira en ella,
cual doncella presumida,
le hacen guiños las estrellas,
hasta que amanece el día.

Ven a beber de estas aguas,
gacela que vas herida,
ven a calmar esa sed,
de este agua cristalina.


Angelita Sevilla.

El amor

el amor

El amor es una magia
una simple fantasia
es como un sueño
y al fin lo encontré
es como una luz
que se esparse como el agua
hasta que se llena el corazón
y va cresiendo

ani

martes, 29 de marzo de 2016

Ramón López Velarde !!

A fuerza de quererte
me he convertido, Amor, en alma en pena.

¿Por qué, Fuensanta mía,
si mi pasión de ayer está ya muerta
y en tu rostro se anuncia los estragos
de la vejez temida que se acerca,
tu boca es una invitación al beso
como lo fue en lejanas primaveras?

Es que mi desencanto nada puede
contra mi condición de ánima en pena
si a pesar de tus párpados exangües
y las blancuras de tu faz anémica,
aún se tiñen tus labios
con el color sangriento de las fresas.

A fuerza de quererte
me he convertido, Amor, en alma en pena,
y con el candor angélico de tu alma
seré una sombra eterna.

domingo, 27 de marzo de 2016

A MI HIJO



Te has negado a cerrar los ojos, muerto mío,
abiertos ante el cielo como dos golondrinas:
su color coronado de junios, ya es rocío
alejándose a ciertas regiones matutinas.

Hoy, que es un día como bajo la tierra, oscuro,
como bajo la tierra, lluvioso, despoblado,
con la humedad sin sol de mi cuerpo futuro,
como bajo la tierra quiero haberte enterrado.

Desde que tú eres muerto no alientan las mañanas,
al fuego arrebatadas de tus ojos solares:
precipitado octubre contra nuestras ventanas,
diste paso al otoño y anocheció los mares.

Te ha devorado el sol, rival único y hondo
y la remota sombra que te lanzó encendido;
te empuja luz abajo llevándote hasta el fondo,
tragándote; y es como si no hubieras nacido.

Diez meses en la luz, redondeando el cielo,
sol muerto, anochecido, sepultado, eclipsado.
Sin pasar por el día se marchitó tu pelo;
atardeció tu carne con el alba en un lado.

El pájaro pregunta por ti, cuerpo al oriente,
carne naciente al alba y al júbilo precisa;
niño que sólo supo reir, tan largamente,
que sólo ciertas flores mueren con tu sonrisa.

Ausente, ausente, ausente como la golondrina,
ave estival que esquiva vivir al pie del hielo:
golondrina que a poco de abrir la pluma fina,
naufraga en las tijeras enemigas del vuelo.

Flor que no fue capaz de endurecer los dientes,
de llegar al más leve signo de la fiereza.
Vida como una hoja de labios incipientes,
hoja que se desliza cuando a sonar empieza.

Los consejos del mar de nada te han valido...
Vengo de dar a un tierno sol una puñalada,
de enterrar un pedazo de pan en el olvido,
de echar sobre unos ojos un puñado de nada.

Verde, rojo, moreno: verde, azul y dorado;
los latentes colores de la vida, los huertos,
el centro de las flores a tus pies destinado,
de oscuros negros tristes, de graves blancos yertos.

Mujer arrinconada: mira que ya es de día.
(¡Ay, ojos sin poniente por siempre en la alborada!)
Pero en tu vientre, pero en tus ojos, mujer mía,
la noche continúa cayendo desolada.

sábado, 26 de marzo de 2016

El descastado

EL DESCASTADO

En vano ensayaríamos una voz que les recuerde algo a los Hombres,
alma mía que no tuviste a quien heredar;
En vano buscamos, necios, en ondas del mismo Leteo,
Reflejos que nos pinten las estrellas que nunca vimos.
Como el perro callejero, en quien unas a otras se borran
Las marcas de los atavismos, O como el canalla civilizado
-heredera de todos, alma mía, mestiza irredenta, no
tuviste a quien heredar.
Y el hombre sólo quiere oír lo que sus abuelos contaban;
Y los narradores de historias
buscan el Arte Poética en los labios de la nodriza.
Pudo seducirnos la brevedad simple, la claridad elegante,
La palabra única que salta de la idea como bota el
Luchador sobre el pie descalzo...
Mientras el misterio lo consentía, mientras el misterio
Lo consentía.

Se perdió en el tiempo, escrito por Gabriel Gomez

Se perdio en el tiempo.
La soledad tapizo de polvo los recuerdos,
que de ​ cuando en vez reaparecian en mi memoria
como nostalgicos destellos de un amor no terminado
Asi se fueron acumulando Calendarios,
del cual solo las canas mudos  testigos
de aquel amor pasado.
Borrado ya de la memoria,
o tal vez forzado a borrarlo
por injusto hado del destino.
Así fue y así murio. de aquel primer amor
solo quedo la esperanza de algun dia
mueras en mi amor. por que aun te amo
y aun te extraño.

Gabriel Gomez

viernes, 4 de marzo de 2016

El llanto de Alfonso Reyes


Al declinar la tarde, se acercan los amigos;
pero la vocecita no deja de llorar.
Cerramos las ventanas, las puertas, los postigos,
pero sigue cayendo la gota de pesar.
No sabemos de donde viene la vocecita;
registramos la granja, el establo, el pajar.
El campo en la tibieza del blando sol dormita,
pero la vocecita no deja de llorar.
-¡La noria que chirría!- dicen los más agudos-
Pero ¡si aquí no hay norias! ¡Que cosa tan singular!
Se contemplan atónitos, se van quedando mudos
porque la vocecita no deja de llorar.
Ya es franca desazón lo que antes era risa
y se adueña de todos un vago malestar,
y todos se despiden y se escapan de prisa,
porque la vocecita no deja de llorar.
Cuando llega la noche, ya el cielo es un sollozo
y hasta finge un sollozo la leña del hogar.
A solas, sin hablarnos, lloramos un embozo,
pero la vocecita no deja de llorar.


http://www.manosalarte.com



miércoles, 2 de marzo de 2016

Porqué gustaré tanto mirarte de Mac Aux

Por qué gustaré
tanto mirarte
¿dime mujer?
Por qué gustaré
tanto mimarte
¿dime mujer?
Por qué gustaré
tanto besarte
¿dime mujer?
Y preocupado por tantos porqués
He resuelto que lo mejor es:
mirarte,
mimarte,
besarte,
sin pensar porqué.