domingo, 24 de enero de 2016

Carmen Boullosa No eres la pluma

No eres la pluma...
No eres la pluma 
que al aire se inclina, 
ni el cuello tibio del ganso, 
ni la piel del tímido durazno: 
eres el injerto de toda esa ternura 
en la fuerza del monte, 
en el salto de un felino acorralado.