viernes, 29 de septiembre de 2017

Nunca tuve Antonio Cisneros

 Nunca tuve el menor entusiasmo

Nunca tuve el menor entusiasmo
por una vida breve aunque gloriosa.
Frecuentar ansío mis potajes
(agridulces y fuertes) todo el tiempo
posible. Amar también
sin mucho esfuerzo). Ser amada
como si fuese el único animal
deseable en el planeta. Aburrirme.
Maldecir. Desesperarme
hasta pedir la muerte / conociendo
que el infarto no acude por llamado
(¿o sí?). Entonces te detesto
chiquilla coronada con laurel
o varas de apio fresco, lloriqueada
en tierno funeral
antes de los mareos y el bochorno
del primer embarazo.
Gloriosa tú. Yo en cambio
llevaré esta belleza inevitable
(¿cuánto más todavía?) que me ocupa
como el relleno a un pavo.
Huiré (sin excesos)
del trato con la parca. Deseo
(con fervor) un par de nietos
sanos y presentables. Poco importa
que los lustros me vuelvan
triste o necia. Una carga
(así suelen decir) para mis hijos.
Poco importa.
Es tarde de tormenta. El jardín
luce bajo la lluvia como los pelos
de una rata mojada. Hoy cumplí
los treinta años de edad.
He ganado (supongo) en experiencia
y hasta en sabiduría. Mas la madre
del llamado cordero (mala madre)
está en estos pellejos
que me sobran. las lonjas de jamón
no comestible creciendo
aún con disimulo. menos mal)
entre mis muslos, mis caderas.
mi vientre (la barriga)
plegándose en mi pubis.
Nunca tuve el menor entusiasmo
por nosotras. Ni por ti.
Ni por mí.





jueves, 28 de septiembre de 2017

Luis Llorens Barcarola

Barcarola

Déjame, niña, bogar,
En el esquife de un verso,
Por el oleaje perverso
De tus pupilas de mar.
Quiero en ellas desafiar
Las rachas de tu ilusión,
Y que una ola de pasión
Me envuelva en sus espirales,
Me ahogue entre sus cristales.
Y me hunda en tu corazón.



martes, 26 de septiembre de 2017

Adolfo Burriel Hablan las rosas rotas

Hablan las rosas rotas...

Hablan las rosas rotas
de la noche terrible,
callan las mariposas quietas
su tristeza de ocaso,

ay la distancia al sur
que disfraza los ríos
y el océano,

la oquedad del alma
bañada por las sombras
del retorno,

la dulzura invisible
de la fragilidad
del ave.
 
(Y el viaje se detiene
en el frío temblor de las espaldas
negras del hombre).




domingo, 24 de septiembre de 2017

Al rencor Silvina Ocampo

Al rencor

No vengas, te conjuro, con tus piedras;
con tu vetusto horror con tu consejo;
con tu escudo brillante con tu espejo;
con tu verdor insólito de hiedras.

En aquel árbol la torcaza es mía;
no cubras con tus gritos su canción;
me conmueve, me llega al corazón,
repudia el mármol de tu mano fría.

Te reconozco siempre. No, no vengas.
Prometí no mirar tu aviesa cara
cada vez que lloré sola en tu avara
desolación. Y si de mí te vengas,

que épica sea al menos tu venganza
y no cobarde, oscura, impenitente,
agazapada en cada sombra ausente,
fingiendo que jamás hiere tu lanza.

Entre rosas, jazmines que envenenas,
¿por qué no te ultimé yo en mi otra vida?
Haz brotar sangre al menos de mi herida,
que estoy cansada de morir apenas.






sábado, 23 de septiembre de 2017

Oración de un desocupado

Oración de un desocupado
Padre, 
desde los cielos bájate, he olvidado 
las oraciones que me enseñó la abuela, 
pobrecita, ella reposa ahora, 
no tiene que lavar, limpiar, no tiene 
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena, 
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido, 
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla 
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre 
cavándome la carne, 
este dormir así, 
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido 
te digo que no entiendo, Padre, bájate, 
tócame el alma, mírame 
el corazón, 
yo no robé, no asesiné, fui niño 
y en cambio me golpean y golpean, 
te digo que no entiendo, Padre, bájate, 
si estás, que busco 
resignación en mí y no tengo y voy 
a agarrarme la rabia y a afilarla 
para pegar y voy 
a gritar a sangre en cuello 
de "Violín y otras cuestiones" 

http://www.manosalarte.com

jueves, 21 de septiembre de 2017

Julio Flores | Abstracción

Julio Florez

Abstracción

A veces melancólico me hundo
en mi noche de escombros y miserias,
y caigo en un silencio tan profundo
que escucho hasta el latir de mis arterias.

Más aún: oigo el paso de la vida
por la sorda caverna de mi cráneo
como un rumor de arroyo sin salida,
como un rumor de río subterráneo.

Entonces presa de pavor y yerto
como un cadáver, mudo y pensativo,
en mi abstracción a descifrar no acierto

Si es que dormido estoy o estoy despierto,
si un muerto soy que sueña que está vivo
o un vivo soy que sueña que está muerto.



http://www.manosalarte.com




miércoles, 20 de septiembre de 2017

Jose Luis Borges | Despertar

Despertar

Entra la luz y asciendo torpemente
de los sueños al sueño compartido
y las cosas recobran su debido
y esperado lugar y en el presente
converge abrumador y vasto el vago
ayer: las seculares migraciones
del pájaro y del hombre, las legiones
que el hierro destrozó, Roma y Cartago.

Vuelve también la cotidiana historia:
mi voz, mi rostro, mi temor, mi suerte.
¡Ah, si aquel otro despertar, la muerte,
me deparara un tiempo sin memoria
de mi nombre y de todo lo que he sido!
¡Ah, si en esa mañana hubiera olvido!

martes, 19 de septiembre de 2017

La fuente del desierto | Adolfo de la Fuente

LA FUENTE DEL DESIERTO

Bien desgraciada es tu suerte,
fuentecilla que sin cauce
viertes tus límpidas aguas
en los yertos arenales.

Por más que en dulce murmullo
tus penas digas al aire,
en el espacio perdidos
se extinguirán tus cantares.

Bien desgraciada es tu suerte,
que apenas al mundo naces
consume la ardiente arena
tus cristalinos raudales.

¡Pobre fuente que, ignorada,
de esas yermas soledades
por las inmensas llanuras
te miras vagar errante!

¿De qué te sirven, cuitada,
esos límpidos cristales
que rizan la blanca arena
sobre que emprendes tu viaje?

¿De qué te sirve que puras
broten tus aguas natales
si no llegará a beberías
el sediento caminante?

¿Por qué mientras tú, olvidada,
tus puras aguas esparces,
hay otras fuentes dichosas
que ciñen floridas márgenes;

Que, resbalando tranquilas
por los deliciosos valles,
son espejo de las flores
y encanto son de las aves?

Pero ¡ay! tal vez más dichosa
tu aislada vida resbale
en ese vasto sepulcro
en que se ahogan tus ayes;

que, ajena a falsos placeres
en el retiro en que yaces,
tal vez te agobian deseos,
mas no te matan pesares.

Y no hay una planta impura
que con sucia huella manche
esa clara transparencia
de tus aguas virginales.

¡Dichosa tú que, ignorada
en el retiro en que yaces,
no hay por qué temas del mundo
a los furiosos embates;

y, en tu inocencia escudada,
sin saber de flores ni aves,
tal vez abrigas deseos,
mas no te matan pesares!...


http://www.manosalarte.com


lunes, 18 de septiembre de 2017

Maia | Buena gente

Maia

"Buena gente"...

Iglesia de puntiagudas torres, asiduos
concurrentes a catedrales,
adoradores en ambientes seguros,
arrodillados en las bancas,
en sus oraciones imbuidos.
Cabezas inclinadas,
mirando a sus empalmadas manos.
Cánticos de salmos, limosnas para salvar almas,
manos contritas.
"Buena gente..." que nada hace
por los moribundos que gritan
para detener a esos tanques.
La cosecha no quemada
se convierte en combustible para alimentar
la guerra que otro inicia.
Mas tierra muerta,
y tumbas por doquier...para
los hombres de las manos rogativas,
aferrados a la vida, agonizantes.
"Buenos vecinos..."
Miembros leales al sindicato,
prestos para el voluntariado.
Padres voluntarios de nuestra vecindad,
patrocinadores de los que limpian nuestros caminos
en los fines de semana.
Amigos de la tierra, hagan su tarea,
embolsen los desperdicios...empaquen la basura,
ataquen la mugre.
"Buenos vecinos..." que nada hacen
por las atormentadas,
lágrimas que vierten las viudas
my cerca de nuestras puertas.
Piedad por nuestras hijas vejadas,
yendo camino a la muerte,
y nuestros hijos en las drogas,
víctimas de rufianes,
dos cuadras más allá...
Y no hay viso de socorro que de esperanza
para los que luchan contra la mugre
y lanzan gritos de dolor.
"Gente buena"
No son bromas dirigidas a grupos étnicos,
de mente liberal,
tolerantes, bondadosos, de fácil sonrisa.
Las manos siempre extendidas para socorrer
a las madres de la asistencia social,
con sus migajas de ayuda.
Hermandad de la boca para afuera,
amasadores de fortunas,
hacedores de nobles acciones.
"Gente buena"...que nada hacen
por las víctimas de la "limpieza" étnica,
de los despellejados por no tener la piel
matizada a su antojo,
imbuidos en sus dioses,
riñendo con aquellos, los escogidos...
Cañones y bombas,
y páginas de escritos
en favor de los biehechores
de las limpiezas étnicas.
Buena gente, ve a vivir en una casa de espejos, allá,
por la carretera pavimentada de buenas intenciones.
Pretensiones de los bien habidos,
moviendo solo la espuma de la realidad
y que ellos mismos camuflan, con sus miserables
acciones de caridad.
Denegada claridad...puestos al descubierto
se expondría la falsedad...
Y la despiadada verdad anula nuestros sentidos,
nos hace entender que la "buena gente" nada hace...
mientras los buenos mueren.




domingo, 17 de septiembre de 2017

Paul Celan | Aquí

Aquí

Aquí -es decir, aquí donde la flor del cerezo quiere ser más negra que allí.
Aquí -es decir, esta mano que le ayuda a serlo.
Aquí -es decir, aquel barco en el que remonté el río de arena:
amarrado
fondea en el sueño que esparciste.

Aquí -es decir, un hombre que conozco:
sus sienes son blancas,
como las ascuas que apagó.
Me arrojó su vaso a la frente
y volvió,
pasado un año, 
para besar la cicatriz.
Profirió su maldición y su bendición
y no volvió a hablar desde entonces.

Aquí -es decir, esta ciudad,
regida por ti y la nube,
desde sus tardes.


http://www.manosalarte.com


sábado, 16 de septiembre de 2017

Adonis | Deseo

Deseo

Si me abriera sus brazos
un cedro,
entre las arboledas de honduras y de años.
Si me guardara
de las perlas y velas tentadoras.
Si yo tuviera sus raíces,
y se anclara mi rostro tras su triste corteza.
Me haría entonces nubarrones y rayos
en lontananza,
este país de confianza.
Mas todo ramo en las arboledas
de honduras y de años, viviendo yo,
es fuego sobre mi frente,
fuego de fiebre, de perdición,
que devora la tierra que me guarda.


jueves, 14 de septiembre de 2017

José Chacón | De viaje

DE VIAJE


Ave de paso,
fugaz viajera desconocida:
fue sólo un sueño, sólo un capricho, sólo un acaso;
duró un instante, de los que llenan toda una vida.
No era la gloria del paganismo,
no era el encanto de la hermosura plástica y recia:
era algo vago, nube de incienso, luz de idealismo.
No era la Grecia:
¡era la Roma del cristianismo!
Alrededor era de sus dos ojos ¡oh, qué ojos, ésos!
que las fracciones de su semblante desvanecidas
fingían trazos de un pincel tenue, mojado en besos,
rediviviendo sueños pasados y glorias idas...
Ida es la gloria de sus encantos,
pasado el sueño de su sonrisa.
Yo lentamente sigo la ruta de mis quebrantos;
¡ella ha fugado como un perfume sobre la brisa!
Quizás ya nunca nos encontremos;
quizás ya nunca veré a mi errante desconocida;
quizás la misma barca de amores empujaremos,
ella de un lado, yo de otro lado, como dos remos,
¡toda la vida bogando juntos y separados toda la vida!





miércoles, 13 de septiembre de 2017

Fábula de Samaniego | El ladrón

Por catar una colmena
Cierto goloso Ladrón,
Del venenoso aguijón
Tuvo que sufrir la pena.
«La miel, dice, está muy buena:
Es un bocado exquisito;
Por el aguijón maldito
No volveré al colmenar.»
¡Lo que tiene el encontrar
La pena tras el delito!



http://www.manosalarte.com

De noche, los domingos

De noche, los domingos

De noche, los domingos son más tristes.
Ayuda la impresión bobalicona
de la distante luna, cuyo velo de flema
irreal se contagia:
las familias se arropan a la lumbre
eléctrica, o apuran
los restos de la cena quedamente,
pensando ya en la paz merecida del catre;
descienden el telón de las persianas
y se rinden al sueño de sí mismas.

"Que nadie nos moleste"
digo entonces,
"vámonos a un rincón".
Me aprietas silenciosa. Tú también tienes frío.
Pero los dos sabemos que quizás
sea mejor así,
caminar solitarios los recodos del pueblo
y a espaldas del convento
-piedras despellejadas con verdín-
nuevamente entregarnos en un culto
feliz porque salvaje:
                                         dos mamíferos
que luchan contra el medio por conservar no más
que su sangre caliente.

De "El vino de los amantes" 

http://www.manosalarte.com

martes, 12 de septiembre de 2017

José Saramago | 14 de julio

Catorce de junio 

Cerremos esta puerta.
Lentas, despacio, que nuestras ropas caigan
Como de sí mismos se desnudarían dioses.
Y nosotros lo somos, aunque humanos.
Es nada lo que nos ha sido dado.
No hablemos pues, sólo suspiremos
Porque el tiempo nos mira.
Alguien habrá creado antes de ti el sol,
Y la luna, y el cometa, el espacio negro,
Las estrellas infinitas.
Ahora juntos, ¿qué haremos? Sea el mundo
Como barco en el mar, o pan en la mesa,
O el rumoroso lecho.
No se alejó el tiempo, no se fue. Asiste y quiere.
Su mirada aguda ya era una pregunta
A la primera palabra que decimos:
Todo.


lunes, 11 de septiembre de 2017

Ruben Darío SONATINA

SONATINA

La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave de oro;
y en un vaso olvidado se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe del Golconsa o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
]o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nulumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
¡Calla, calla, princesa dice el hada madrina,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte ,
a encenderte los labios con su beso de amor!



domingo, 10 de septiembre de 2017

Baldomero Fernandez | Adios

Adiós

Adiós la casa blanca que albergó un año entero
entre sus cuatro muros el amor verdadero.

Adiós campos extensos, polvorientos caminos.
Adiós los pobres ranchos de los pobres vecinos.

Adiós los trigos de oro, adiós verdes maizales,
las refinadas hierbas, los bravos pajonales...

Adiós toros y vacas, adiós caballos, yeguas...
El tren nos va a llevar a muchísimas leguas.

Sé que soy un ingrato, casa mía, al dejarte.
La paz que hube en tu seno no la habré en otra parte.

Más regalada mesa no la tendré en mi vida,
ni en noche más oscura la cama más mullida.

En vano me sonríe, tímida, la Esperanza.
La angustia que me oprime, ¡oh, casa!, es tu venganza.



 

sábado, 9 de septiembre de 2017

Charles Bukowski. Asidero en la oscuridad

"ASIDERO EN LA OSCURIDAD" de Bukowski


Estoy ahí sentado
borracho
escuchando las
mismas sinfonías
que me dieron
la voluntad de seguir adelante
cuando tenía 22.
40 años después
ni ellas ni yo tenemos la misma magia
precisamente.
deberías haberme
visto entonces
tan
esbelto
sin
barriga
era
todo nervio
demacrado:
violento, fuerte,
loco.
si me decías
una palabra
fuera de lugar
te partía el alma
allí mismo.
no quería que me
molestara
nada ni
nadie.
parecía estar
siempre de camino a alguna
celda
tras haber sido trincado por
hacer algo
en la avenida o
sus inmediaciones.
ahora estoy aquí sentado
borracho.
soy
una serie de
pequeñas victorias
y grandes derrotas
y estoy tan
asombrado
como cualquier otro
de
haber llegado
desde allí hasta
aquí
sin cometer ningún asesinato
ni haber sido
asesinado;
sin
haber dado con mi huesos en el manicomio.
mientras esta noche
me bebo a solas otra vez
el alma a pesar de todo el sufrimiento
pretérito*
gracias a todos los dioses
que no estuvieron
de mi parte entonces.


Charles Bukowski.


http://www.manosalarte.com

miércoles, 6 de septiembre de 2017

La flor del Seibo

LA FLOR DEL SEÍBO

Tu "Flor de la caña",
¡Oh Plácido amigo!
No tuvo unos ojos
Más negros y lindos,
Que cierta morocha
Del suelo argentino
Llamada... Su nombre,
Jamás lo he sabido;
Mas tiene unos labios
De un rojo tan vivo,
Difúndese de ella
Tal fuego escondido,
Que aquí en la comarca,
La dan los vecinos
Por único nombre,
"La Flor de Seíbo."
Un día - una tarde
Serena de estío -
Pasó por la puerta
Del rancho que habito.
Vestía una falda
Ligera de lino;
Cubríala el seno,
Velando el corpiño,
Un chal tucumano
De mallas tejido;
Y el negro cabello,
Sin moños ni rizos,
Cayendo abundoso,
Brillaba ceñido
Con una guirnalda
De flor de seíbo.
Miréla, y sus ojos
Buscaron los míos...
Tal vez un secreto
Los dos nos dijimos.
Porque ella, turbada,
Quizá por descuido,
Su blanco pañuelo
Perdió en el camino.
Corrí a levantarlo,
Y al tiempo de asirlo,
El alma inundóme
Su olor a tomillo.
Al dárselo, "Gracias,
Mil gracias!" - me dijo,
Poniéndose roja
Cual flor de seíbo.
Ignoro si entonces
Pequé de atrevido,
Pero ello es lo cierto
Que juntos seguimos
La senda, cubierta
De sauces dormidos;
Y mientras sus ojos,
Modestos y esquivos,
Fijaba en sus breves
Zapatos pulidos,
Con moños de raso
Color de jacinto,
Mi amor de poeta
La dije al oído:
¡Mi amor, más hermoso
Que flor de seíbo!
La frente inclinada
Y el paso furtivo,
Guardó aquel silencio
Que vale un suspiro.
Mas, viendo en la arena
La sombra de un nido
Que al soplo temblaba
Del aire tranquilo,
- "Allí se columpian
Dos aves", me dijo:
"Dos aves que se aman
Y juntas he visto
Bebiendo las gotas
De fresco rocío
Que absorbe en la noche
La flor del seíbo".
Oyendo embriagado
Su acento divino,
También, como ella,
Quedé pensativo.
Mas, como en un claro
Del bosque sombrío
Se alzara, ya cerca,
Su hogar campesino,
Detuvo sus pasos,
Y llena de hechizos,
En pago y en prenda
De nuestro cariño,
Hurtando a las sienes
Su adorno sencillo,
Me dio, sonrojada,
La flor del seíbo.


martes, 5 de septiembre de 2017

Eduardo Mitre Escritura

Escritura

Dejar caer una por una
Todas las máscaras
Hasta la soledad desnuda
Frente al tiempo sin cara.
Buscar en el silencio
Donde manan las palabras
Su ofendida inocencia,
Su vocación de alianza.
Fijar su gracia elocuente
Como el fuego y el agua.
Y atravesarlas como un puente
En un cuerpo y un alma.


lunes, 4 de septiembre de 2017

Juan Gelman Oración de un desocupado

Oración de un desocupado
Padre, 
desde los cielos bájate, he olvidado 
las oraciones que me enseñó la abuela, 
pobrecita, ella reposa ahora, 
no tiene que lavar, limpiar, no tiene 
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena, 
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido, 
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla 
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre 
cavándome la carne, 
este dormir así, 
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido 
te digo que no entiendo, Padre, bájate, 
tócame el alma, mírame 
el corazón, 
yo no robé, no asesiné, fui niño 
y en cambio me golpean y golpean, 
te digo que no entiendo, Padre, bájate, 
si estás, que busco 
resignación en mí y no tengo y voy 
a agarrarme la rabia y a afilarla 
para pegar y voy 
a gritar a sangre en cuello 
de "Violín y otras cuestiones" 


http://www.manosalarte.com

domingo, 3 de septiembre de 2017

Estación Gisela Gamini


El invierno termina algún día incierto.
Ni antes ni después
que finalice el frío.
No importa como lo llames,
ni la fecha que dicte el almanaque.
El invierno es invierno.
Las muchachas podrán ignorarlo
y vestir primavera en septiembre,
enamoradas de las quimeras.
Pero una mujer ya tiene su experiencia.
Todo llega a su debido tiempo.